domingo, julio 30, 2006

Yo era de asfalto y no podia oir hablar a las montañas pero lo consegui




Cuando vine a vivir a la sierra quise llegar a conseguir el sentir de las montañas y la naturaleza, y para poder disfrutar de tanta belleza tuve que ir cambiando el asfalto de la ciudad al que yo estaba acostumbrada, por esto tan grandioso que te manifiesta una vida mas auténtica.

Yo me decía: ¡tiene que surgir, en tu mente inventiva, algo con lo que me sienta intensificada! y cuando llegué a conseguirlo, ese fue y es mi gran triunfo; el haber creado una artesanía distinta a todas las que he visto en exposiciones, mis casitas en miniatura.

Uno de los días que yo paseaba con mi marido por el bosque de esta Sierra de Guadarrama, con mi linda cesta de mimbre que siempre me acompañaba en mis excursiones, iba depositando en ella flores que más tarde en mi taller, secaría y teñiría en distintos colores. También recogía cosas que me iba encontrando que por su forma o diseño encontraba en ellas algo distinto a lo visto anteriormente.

Uno de los días no solamente llené mi cesta de flores, sino que la fui llenando también de pequeñas piedrecitas de musgo, palitos, trocitos de pizarra y unos tallos que parecen cañas de bambú con unas flores grandes amarillas... Sinceramente confieso, que en aquellos momentos yo no sabia que trabajo iba a realizar con aquel material.

Ya en casa según lo iba sacando contemplé ese arsenal que había recogido no sabiendo aún que iba a hacer con todo aquello, hasta que un día en mi mente surgió la idea..., ¡haría una casita en miniatura para regalársela a Maribel!. Maribel es una señora joven que puse de encargada en mi tienda cuando me dieron la incapacidad laboral, para que ella, como buena profesional en ventas, se hiciera cargo del negocio. En él estuvo trabajando tres años y llego a convertirse en una verdadera amiga.

Gracias a mi tesón y perseverancia llegué a conseguir lo que quería. Me pasé mucho tiempo haciendo y deshaciendo, y como usaba silicona caliente había veces que sufría quemaduras. Cuando iba a la tienda y ella veía mis manos me decía: ¡cómo tienes las manos!... ¿Mary que estás haciendo y para quien?, déjalo y le compras cualquier cosa, y yo le solía decir: lo que estoy haciendo es para una persona que tiene de todo, menos lo que yo la quiero regalar y además se lo merece.

En mi primera casita, (una pequeña casita de las que podemos ver en cualquier pueblo) no podría contar el procedimiento que seguí, ya que usé muchos y mi constancia hizo que llegara a buen fin. Tardé en conseguirlo pero artesanas que la vieron se quedaron asombradas de cómo había conseguido su terminación, tanto en el tejado como en todo de lo que se componía la casa. Ellas miraban el tejado y decían: ¡fíjate en el tejado, le ha dejado levemente hundido como las autenticas casa de los pueblos!... y yo sonriendo decía: no, no es eso, es que no he sabido hacerlo más perfecto..., y ellas creyeron que lo decía por modestia, pero fue la realidad.

El esqueleto lo hice de madera contra-chapada que iba revistiendo de piedrecitas de musgo encajándolas unas con otras y pegándolas, haciendo huecos en la madera para las ventanas, les ponía sus cristales (plásticos duros) cubriéndolos con visillos de encaje, de manera que desde el exterior se vieran a modo de decoración. Las tejas las conseguí partiendo por la mitad las cañas que había cogido en el bosque y a su vez en trocitos, que iba poniendo en el tejado unas encima de otras formando el tejado, poniendo finalmente la chimenea.

El jardín de mis casitas tiene un bello colorido que conseguí con las pequeñas flores que sequé y teñí en varios colores para darle mas esplendor, ya que el cuidar esos detalles es importante de tener en cuenta cuando la obra esta terminada. También iba introduciendo entre las pequeñas piedras, liquen de los árboles para darle un envejecimiento producto de la misma naturaleza y a mi me parece que el efecto de mis casas es como una filmación de Walt Dysney.

Senderismo

Panoramica vista desde mi casa
Escrito
Senderismo.


Cuando hace siete años cambié de neurólogo por venirme a vivir a la Sierra de Guadarrama , al enterarse que Ángel hacia senderismo, me aconsejo que sería conveniente que le acompañara en sus caminatas. Yo debí poner cara de asombro, ya que él me volvió a repetir: tu empiezas por una pequeña marcha y luego vas aumentando, así que como buena paciente decidí obedecerle.

Al principio, cuando saltaba de una piedra a otra pensaba que me iba a caer al suelo pero más tarde fui cogiendo seguridad en mí misma, saltando de piedra en piedra como si fuera un gamo. Subí por una pendiente vertical de diez metros de piedra, recorrí montañas, coroné lo Siete Picos de la Sierra de Guadarrama, etc.

Las marchas o caminatas que hacíamos eran de doce o más kilómetros. Íbamos tres matrimonios pero después de tres o cuatro meses, mis amigos se fueron cansando y yo con ellos. No sé si será coincidencia pero desde que dejé esas marchas mi movilidad ha disminuido y ahora cuando estoy en “off” me resulta difícil andar, aunque al recordar esas caminatas se me ponen los pelos de punta al pensar por los sitios que nos llevaba Ángel.

Algunos de los parajes que visitábamos eran bellísimos. Manantiales que vertían entre las rocas formando pequeñas cascadas hasta llegar a un punto donde se juntaban. Cruzamos ríos, unas veces por puentes rústicos elevados y otros pisando de piedra en piedra. A mi que no suelen gustarme esas sorpresas decidí cruzar los ríos a pie sin despojarme de mis zapatillas ya que de esa forma era mayor mi seguridad. La vegetación y los pinos a medida que subíamos se iban viendo mas castigados por la nieve y el hielo del invierno. Por las zonas húmedas del bosque abundaba el liquen en los troncos de los pinos y la jara en sus praderas dándoles una pincelada de colorido distinto, y todos esos maravillosos paisajes estaban amenizados por diversidad de pájaros que nos deleitaban con sus trinos.
http://maryartesana.blogspot.com

Ángel veía que mi estado de movilidad era casi perfecto y eso hizo que se animara y que cada día lo pusiera mas difícil, llegó el momento que poco a poco fuimos desistiendo.

Senderismo

foto Pinareja


Visita mi otro blog:
http://maryartesana.blogspot.com/

.Escrito
Senderismo.


Cuando hace siete años cambié de neurólogo por venirme a vivir a la Sierra de Guadarrama , al enterarse que Ángel hacia senderismo, me aconsejo que sería conveniente que le acompañara en sus caminatas. Yo debí poner cara de asombro, ya que él me volvió a repetir: tu empiezas por una pequeña marcha y luego vas aumentando, así que como buena paciente decidí obedecerle.

Al principio, cuando saltaba de una piedra a otra pensaba que me iba a caer al suelo pero más tarde fui cogiendo seguridad en mí misma, saltando de piedra en piedra como si fuera un gamo. Subí por una pendiente vertical de diez metros de piedra, recorrí montañas, coroné lo Siete Picos de la Sierra de Guadarrama, etc.

Las marchas o caminatas que hacíamos eran de doce o más kilómetros. Íbamos tres matrimonios pero después de tres o cuatro meses, mis amigos se fueron cansando y yo con ellos. No sé si será coincidencia pero desde que dejé esas marchas mi movilidad ha disminuido y ahora cuando estoy en “off” me resulta difícil andar, aunque al recordar esas caminatas se me ponen los pelos de punta al pensar por los sitios que nos llevaba Ángel.

Algunos de los parajes que visitábamos eran bellísimos. Manantiales que vertían entre las rocas formando pequeñas cascadas hasta llegar a un punto donde se juntaban. Cruzamos ríos, unas veces por puentes rústicos elevados y otros pisando de piedra en piedra. A mi que no suelen gustarme esas sorpresas decidí cruzar los ríos a pie sin despojarme de mis zapatillas ya que de esa forma era mayor mi seguridad. La vegetación y los pinos a medida que subíamos se iban viendo mas castigados por la nieve y el hielo del invierno. Por las zonas húmedas del bosque abundaba el liquen en los troncos de los pinos y la jara en sus praderas dándoles una pincelada de colorido distinto, y todos esos maravillosos paisajes estaban amenizados por diversidad de pájaros que nos deleitaban con sus trinos.

Ángel veía que mi estado de movilidad era casi perfecto y eso hizo que se animara y que cada día lo pusiera mas difícil, llegó el momento que poco a poco fuimos desistiendo.

Senderismo

Fotografia del valle de Jerte Visita mi otro blog:

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Senderismo
Nuestra excursión de hoy fue a Valpurguis.El nombre de VALPURGIS, corresponde a una zona, de la Sierra de Guadarrama ,pertenecientes a ella están, El Ventorrillo, La Canchas, Peña Retuerta, LaLadera del Chiquillo, Peña Hipólito, y alguna mas que no logro recordar.Recuerdo que hace años, en Las Cansas estaba los restos de un sanatorioantituberculoso, aunque nunca le vi funcionando, por sus salones y suschimeneas de mármol, debió de ser de super lujo. El paso de los años y losamigos de lo ajeno se encargaron de su total deterioro. La ultima vez quevisite este lugar y vi los restos me resulto deprimente viéndolo en eseestado nadie podía pensar en lo que anteriormente fue. No quedaba nada... nipuertas, ni ventanas, ni cañerías, y en el suelo que anteriormente fue demármol ahora estaba alfombrado de jeringuillas, viendo su aspecto era fáciladivinar quien buscaba cobijo entre las desnudas pareces.Hoy volví a visitar este lugar... busque el sanatorio y no estaba... nuncamejor dicho... no estaba porque " se lo había tragado la tierra " Elsanatorio antituberculoso estaba enterrado debajo de la explanada queestábamos pisando.Si esta mañana me hubiera escuchado, no hubiera ido a la excursión. Habíapasado "no" muy buena noche y todavía me quedaba restos de la ansiedad queme acompaño en mi insomnio, pero me dije ... no puedes acobardarme... si nofueras a la excursión seria tirar la toalla... todavía puedes aguantar ¡¡Animo Maria hay que tirar p álante!!Durante todo el día lucio un sol explendido... llegamos Al Ventorrillo, yempezamos la subida, y mi respiración no era acompasada debido a la ansiedad... aunque no decía nada, para Ángel no paso desapercibido que acercándosea me dio la mano. Hacia color o yo lo tenia, mis pasos eran cortos y mipostura inclinada hacia adelante, era difícil hacer reparaciones, intenterelajarme y lo consegui... y después de llevar subiendo tres kilómetros, enpocos segundos, se me paso todo.En la cima de la montaña y teniendo bajo mis pies el SanatorioAntituberculoso, contemple la panorámica que se extendía por los cuatrocostados, me recree al máximo en estos buenos momentos que me hicieronolvidar los anteriores y contenta por no haberme escucuchado inicie labajada siendo yo la que encabezaba la marcha. Iba callada ensimismada enmis pensamientos y oigo la voz Paco.. ¿Maria tu antes andabas con Angel? leconteste.. algunas veces ... te lo digo por que tienes una buena marcha.. esverdad le conteste .. sobre todo cuando no tengo " TELELE"En la bajada mi amiga "Pepu" dio un traspié y hubiera caído si por misreflejos no la hubiera sujetado... después de dos horas y media entre subiday bajada llegamos a casa... seguí disfrutando recordando el paisaje... Oscomentare algo que pensé y guarde para mi... si el traspié de "Pepu" hubierasido mio...¡¡¡NO HUBIERA SIDO UN TRASPIÉ !!!`posiblemente todos hubieramospensado QUE SE DEBÍA A MI PARKINSON.

Me encanta viivr donde vivo





Lo que pase mañana no lo se, ni lo pienso,ya que si llegara a esa mañana... mañana lo pensaria


Mi hogar es lo mejor que podía haber soñado, rodeado de montañas, escondido entre los montes de acebos.abedules, castaños y jara, contemplo los amaneceres.
A veces me preguntaba, ¿porque busco ansiosa esos amaneceres? ... nadie me lo dijo, es algo que un día formo una parte de mi camino a seguir.¿ porque si me duele el alma, no me lamento?... creo que si fuera así no seria acertado...mi lema es"al mal tiempo buena cara".... no es que en esos momentos mi cara sea la deseada... pero en mi interior lucha la angustia con la capacidad de aguante mientras contemplo esos amaneceres.
A lo lejos donde se esconde la noche, la luz del amanecer va avanzando por el cielo convirtiendo la oscuridad en suaves colores... los veo avanzar hacia mi iluminando mi interior a la par que se ilumina el cielo, haciendo que mi ansiedad vaya disminuyendo... es asombroso como en mi subconsciente oigo el hablar de las montañas y como si de un escenario se tratara cambio el paisaje visualizando por otros inexistentes pero tan bellos como el autentico esto puede parecer difícil y lo es, pero hay veces sin tomar Dopa la paz que conseguí pudo con mi Of..
Cambie los semáforos por la naturaleza, deje de ver TV por la violencia y por la agresividad que en todos sus programas ... prefiero llorar a consecuencia de mi gran sensibilidad por el sufrimiento de los demás que acostumbrarme a ver catástrofes y violencia que van diminuyendo mis sentimientos.
Tengo 67 años y mi exterior los detecta pero en mi interior no cuentan sigo siendo como aquella quinceañera que antes de salir se prueba con ilusión la ropa que ha de ponerse...mi ropa me la hago yo tal vez por eso que dicen...¡¡¡ que soy diferente!!!! ¿diferente? no se si lo soy, no creo que sea mejor ni peor, pero creo que distinta si que soy

Un abrazo
Maria