Los hijos de los EP

Fotografia de Bilbao, o alrrededores

Los hijos y la EP


Los hijos son tan importantes en tu vida, que si lo analizas comprobarás que aun siendo fiel a tus decisiones, éstas cambian si las decisiones de ellos no se ajustan a las tuyas..., tu cambias y cambias tantas veces..., que no te importa aun sabiendo que el estar supeditada a ellos es negativo.

Reconozco que todas las madres sienten amor por sus hijos, pero en estos momentos me estoy refiriendo a unas madres a las cuales les quedaba pendiente una larga vida por vivir y tuvieron que cambiar su manera de hacerlo por una aparición inesperada de la EP, y que a pesar de los muchos inconvenientes que ésta tiene, se llenó de amor, lucha e ilusiones, para que lo que le quedaba pendiente de vivir, vivirlo ella y toda la familia felices, como si la enfermedad no hubiera aparecido.

Creo que mis hijos han tenido una niñez y adolescencia fácil y feliz, al no haber escuchado ninguna queja de su madre. aunque sabían que tenía EP, pero... ¿qué era para ellos la EP? no lo se..., nunca se lo pregunté, y he podido comprobar con el tiempo que, para ellos, ha sido la imagen que yo daba..., o sea,..., nada importante.

Hace cuatro años que mis hijos se casaron y en estos años en los que cuando estoy en off no puedo fingir, cuando alguna vez me han visto mal, al principio les resultó duro aceptarlo. Siempre se mostraron muy cariñosos y solícitos y cuando estoy en "on" creo que, como yo, lo olvidan, porque es el ejemplo de lo que yo hago.

. Trato de no sufrir sus ausencias (aunque a veces no puedo impedirlo) echando de menos esas llamadas que no llegan en el momento que mas las necesito y no creo que sepan lo que llegué a darles, que fue mucho, aunque tampoco necesito una compensación a lo que di. ¡no, de verdad que no!... aunque lo que sí me gustaría es que recordasen en su totalidad la lección que les enseñé de que, tan feliz es el que da como el que recibe.

Hay momentos importantes en nuestras vidas en que sin ningún motivo aparente nos encontramos mal y deseamos estar bien porque nuestros hijos nos necesitan o porque quieres prestarles ayuda, aunque son muchas las veces que tienes que desistir porque por mas esfuerzos que hagas no consigues salir de la paralización.

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